Que complejo es vivir
Francisco Torres
Que difícil es vivir buscando la felicidad personal sin dejar de lado el bienestar de los demás, lo es porque no sabemos definir lo que de verdad importa. El amor, el miedo, la valentía, en fin, todas las circunstancias definen el momento y la forma de vivirlo. Quizá la pregunta de todos los días debería ser ¿Vivimos para qué? O convertir la cuestión en un aspecto más incluyente y social como lo es preguntarnos ¿Vivimos para quien?
Que complejo es vivir cuando nuestros sueños se interponen en los caminos de otros, más cuando debemos elegir entre seguir obstruyendo el camino o dar paso a alguien más que busca continuar con la ruta señalada. Es aquí donde me doy cuenta de lo que representa la escuela en nuestra formación como personas y profesionistas, comprendo que es un simple tramo más para llegar a un fin.
La escuela es incongruente en lo que predica. Todo el tiempo nos imparten lecciones donde nos alientan a conseguir el triunfo, a ser los mejores siempre y en todo lo que emprendamos, casi llegando a ser una doctrina del egoísmo lo que inculcan. Llega la clase de axiología, valores, ética o cualquiera de sus derivados y ahora sí empezamos a ver la vida como un lugar para todos. Mi pregunta: ¿A qué le hacemos caso?
Que complejo es vivir cuando hay que anteponer los ideales por sobre el amor, de esas veces que hay que actuar como pensamos y no dejarnos llevar por sentimientos que pueden nublar nuestro pensar objetivo simplemente por un bombeo de sangre fuera de lo común. Es complicado vivir en la objetividad porque las pasiones disminuyen pero la racionalidad inunda, son las pasiones las que nos llenan de coraje y valor para emprender nuevos retos en la vida.
Que complejo es vivir cuando tocamos tierra y dejamos cielo. Vivir en los cielos significaría estar en soledad, sin complicaciones, decepciones y sin angustias. Crecer es bajar de ese aislamiento del mundo real donde nos encontrábamos. Así le pasa a una gran amiga, cuando piensa en el crecer se arrepiente de todo lo que no ha hecho, se dice y pregunta “¿Por qué no aprendí a tocar otro instrumento?” “¿Por qué no me senté a leer debajo de un árbol más seguido”?
Que complejo es vivir cuando sales a correr y ves todos los días al mismo perro, un día con pelo largo, otro con pelo corto, a veces limpio y otras no tanto, todo pasa tan rápido que recuerdas cada pequeño detalle hasta que pasan años y recuerdas todo. La vida es rápida, más cuando la disfrutas. Alguna vez me propusieron un ejercicio un poco desalentador: ve un objeto, la situación atmosférica y lo que te rodea, recuérdalo muy seguido y pasarán dos, tres y muchos meses más con la misma imagen. Ahí te das cuenta de la velocidad de la vida.
En verdad que es complejo vivir cuando te das cuenta de las cosas que pudiste haber hecho, lo que hubiera pasado. No recuerdo quien me decía pero tiene razón: “el hubiera no existe”. Conozco gente que le gusta la incertidumbre, gente que prefiere no actuar y ver cómo se desarrolla la vida, claro, siempre esperando actúe en su favor.
A veces llegan cosas nuevas a la vida, muchas veces son situaciones que no prevemos pero que siempre estuvieron a pocos metros de nuestro ser. Siempre lo nuevo nos da un giro a la vida, giros pensamos serán efímeros pero se prolongan tanto que llegan a ser enseñanzas complejas para el camino del ser humano. Lo nuevo puede ser odio, resentimiento, alegría, amor o muchas situaciones tan diversas entre sí. Nos marca todo esto. Solo basta recordar: que complejo es vivir.